P A L I T R O Q U E S.

EL AUTOCRATA

Cuauhtémoc Monreal Rocha

Un pueblo habituado durante largo tiempo a un régimen duro, pierde gradualmente la noción misma de la libertad. Jonathan Swift, escritor irlandés.

La definición más simple de autócrata, según nosotros, es la persona que ejerce por sí sola, la autoridad suprema del Estado y según la historia francesa, tuvieron un monarca que en la cúspide de su poderío como autócrata, cuando alguien de sus súbditos se le puso al brinco, expresó: "L' Estat, c'est moi", que en cristiano o en la lengua de Cervantes, lisa y llanamente quiere decir el "Estado Soy Yo".  

En México, todo parece indicar que tenemos en lugar de un jefe de Estado, un autócrata porque primero, mando al diablo a las instituciones, un tiempo después expresó "no me vengan conque la ley es la ley" y últimamente, casi al término de su mandato, manifestó: "mi honestidad y mi fuerza moral, están por encima de la ley".

Como ciudadanos, perplejos nos quedamos -lean bien per-ple-jos- al escuchar lo anterior desde el púlpito presidencial, el poder legislativo, no dijo ni pío, con perdón del impío de Pio y el Viejo, sabiéndose dueño del poder, sigue como el pilón de Eveready, como si nada y desde  palacio nacional, donde vive cómodamente, sigue denostando a toda la sociedad mexicana llamándola clasista, aspiracionista, racista, conservadora, neoliberal-corrupta y otras linduras propias de nuestro lenguaje, no obstante que está a punto de terminar su sexenio, si es que no va a seguir detrás de su candidata a la presidencia de la república, si el pueblo "bueno y sabio", la lleva a ocupar vía voto libre, secreto y directo, la enorme silla embrujada.

Ojalá que la despedida de Viejo, en su momento, sea ordenada, pacífica y no vaya a continuar con su sed de poder cuando esté en su finca; alguien de sus más cercanos colaboradores, debe decirle a Andrés, con todo respeto, que el poder cautiva, pero también corrompe y México, no quiere un autócrata, ni un dictador. Vale.