BARRERA DE SOL.

MALAGA

Manolo de la Laguna

Partiendo plaza, o sea, de entrada, permítasenos escribirles que, consultando el diccionario escrito, no electrónico, encontramos que ese animalito al que se le llama lagartija, es símbolo de la tierra, la fertilidad y la abundancia, así que si tú aficionado (a) ala fiesta de los toros, un día vez dentro de tu hogar una lagartija, no la matéis, porque si lo saben los animalistas, así te irá y porque además, es presagio de fortuna y buena suerte.

Después de este breviario cultural, trasladémonos a la hermosa ciudad de Málaga, a quien el tocayo Manuel Machado, le escribió: ¡Lo que da la mar!, ¡Boquerones!, ¡Sardinas!, ¡Jureles!, hojitas de plata que, fritos, se vuelven de oro! y donde se cuenta una anécdota. Enn cierta ocasión, un inválido le pidió una ayuda a un torero diciéndole: Salud, Maestro ¿me podéis dar una limosnita?. Por favor compañero.

El mataor, sorprendido porque el pordiosero le dijo compañero, le preguntó: ¿Vosotros también habéis sido torero? a lo que el indigente le contestó con un rotundo NO, me quedé inválido por un accidente, pero la muleta que traigo, la manejo tan bien, como vos la suya.

Atónito el coleta, le dio al pedigüeño un billete de veinte duros diciéndole: Quiera Dios que yo no te gane nunca la pelea manejando una multa como la tuya.

Del mendicante no se dice el nombre, del torero cordobés sí: Rafael Molina Sánchez, a quien apodaron con el masculino "Lagartijo", en su época de figura del toreo hispano. Vale.